lunes, 13 de diciembre de 2010

Piero Asaro: ¿VICTIMARIO O VÍCTIMA?


Uno de los imputados en la “causa CNU” es Piero Asaro. Públicamente se lo acusa de integrar una “banda de ultraderecha” que colaboró con el nefasto “proceso militar”. Asaro fue un militante peronista y quienes livianamente levantan estos cargos, simulan ignorar que fue perseguido, secuestrado e ilegalmente detenido durante meses por el  gobierno militar. Lo que ocurrió lo relatan sus familiares en el siguiente texto que publicó el diario La Capital de Mar del Plata (30 de Noviembre de 2010). 

 “¡Asaro, basura, vos sos la dictadura!”, gritaba en la tarde de hace unos días un grupo de jóvenes. Se apuntaba así a Piero Asaro precisamente.
La madrugada del 14 de agosto de 1976 un grupo individuos vestidos de civil que manifestaron venir en nombre del gobierno militar irrumpió en el hogar en el que Piero Asaro vivía.
Ostentando armas largas amenazaron a sus padres y procedieron literalmente a dar vuelta la casa, destruyendo muebles y enseres domésticos. Mientras un miembro del grupo encontró una foto del General Perón y, tras romper el vidrio que la cubría, acercó los cristales astillados a la boca de Piero obligándolo a posar sus labios sobre las astillas mientras le decía: “Ahí lo  tenés a tu jefe, besálo”. Se mofaron además de que entre las pertenencias de Piero encontraron discos de música clásica.
Luego se lo esposó, encapuchó y secuestró, trasladándolo en el baúl de un automóvil. Rato después le pareció apreciar que la caravana de móviles cambiaba su rumbo, hasta que después de un tiempo frenaron y lo hicieron descender. El detenido ignoraba dónde había sido conducido. Sólo años después se enteraría de que el lugar era el destacamento policial de Santa Clara del Mar.
Allí, encapuchado y en medio de un coro de órdenes bruscas e improperios, fue confinado en solitario en un habitáculo del cual sólo se lo sacaba, siempre encapuchado, para aliviar sus necesidades fisiológicas, sin recibir alimentos ni agua.
Después de varios días se le quitó la capucha y se lo condujo hasta un pequeño patio, donde se le comunicó que su situación se había literalmente “blanqueada”, en un tono que hacía presumir: “De la que te salvaste”.
Con posterioridad fue trasladado a la seccional primera, donde permaneció en una estrecha celda individual en calidad de incomunicado durante varios días, con la sola ventaja de que a esa altura le debe haber parecido toda una reivindicación  recibir algún alimento.
Una vez levantada la incomunicación, le hicieron saber que como detenido había pasado a depender en calidad de detenido político de la jurisdicción del Gada 601, cuya titularidad estaba en manos del coronel Barda.
Tiempo después fue trasladado a lo que en ese momento se conocía como subcomisaría de Peralta Ramos, en Punta Mogotes, donde fue sometido a tratamiento severo en lo que se denominaba “Area Restringida – ZonaMilitar” que ocupaba parte de la sede policial.
Meses después, fue liberado y todo lo actuado consta en el expediente nº 535 del Juzgado Federal Nº 1 de Mar del Plata.
Volvamos al presente. Piero Asaro es hoy acusado, en virtud de un testimonio de segunda o tercera mano, o sea sin conocimiento directo de los hechos, de un crimen que no cometió, y padece la sospecha gratuita de haber formado parte de una supuesta asociación ilícita.
Quienes conocen su trayectoria, siempre pública y transparente, podrán dar fe de que, por su conducta y forma de actuar,  jamás podría haber cometido tal delito.
Sin embargo voces irresponsables afirman una supuesta culpabilidad de su parte, sin ninguna evidencia concreta. Tal actitud no tiene, o al menos no debería tener, relevancia jurídica. Nadie piensa en el daño irreparable que dichas afirmaciones generan en su vida tanto familiar como comercial. Asaro entonces, según vociferan, es la dictadura.
En virtud de lo antedicho proponemos a quien lea estas líneas la siguiente reflexión: ¿Dictadura desde el punto de vista de los victimarios, o desde el punto de vista de las víctimas? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario